La utilización del Big Data en las empresas es una tendencia imparable, y el sector transporte no va a ser una excepción, si bien aún nos encontramos en una fase incipiente. Para aquellos que aún no se han sumergido de lleno en este nuevo concepto, quizá lo primero que sugiere el término es “un montón de datos”, junto al consiguiente temor a no saber qué hacer con ellos. Sí está claro para todo el mundo que estos datos pueden servir para adquirir conocimiento del negocio, para extraer conclusiones más acertadas y, a la postre, para tomar decisiones más efectivas.
Veamos, pues, qué ventajas aportan las herramientas de Big Data en una compañía de Transporte.
1. Total control de la información
Es la clave del modelo big data. Fuentes de datos que pueden ordenarse, clasificarse, combinarse. Muchas de ellas estarán ya dentro de la organización, pero quizá hasta ahora no habían sido tenidas en cuenta, o su gestión requería un excesivo esfuerzo. Con la agregación de todas ellas, la empresa de transporte podrá acceder a toda una serie de datos útiles sobre aspectos clave de su actividad: seguridad en la conducción, gestión de costes, utilización de los recursos, consumo, etc.
Incluso, los distintos usuarios podrán tener perfiles definidos para el uso de herramientas de BI, con la opción crear sus propios “cuadros de mando” y KPIs, pudiendo usar o desechar datos en función de las necesidades que vayan surgiendo.
2. Operativa diaria: planificación de rutas y gestión de tráfico
Al tener interconectados todos los procesos de nuestra compañía mediante Business Intelligence seremos capaces de conocer su eficiencia o coste real, y en consecuencia, obtener una planificación de rutas mucho más eficiente y efectiva.
Asimismo, a través de la extracción de datos y su posterior análisis, podremos observar, por ejemplo, cuáles son las mejores horas para realizar las rutas, por donde es mejor transitar… e incluso saber, exactamente, los tiempos que se emplearán en las diferentes rutas.
El big data, la analítica y el business intelligence son la forma idónea de planificar recorridos, sorteando al máximo la congestión del tráfico, y con un control absoluto de las rutas y de los tiempos.
3. Reducción y optimización de los costes
La captura de datos sobre la flota (tanto datos en tiempo real como históricos, y no sólo sobre operativa, sino también sobre costes) permite no sólo tener más control sobre la información, sino que ésta se presenta más relevante y más clara.
La combinación entre Big Data y Business Intelligence es una fórmula perfecta para optimizar recursos, ya que permite definir, establecer y gestionar el presupuesto de la flota, con la capacidad de modificarlo cuando se considere oportuno en función de datos concretos.
4. Análisis de hábitos de conducción
Saber cuáles son los hábitos de conducción de los conductores, mediante información en tiempo real y una combinación de datos provenientes de múltiples fuentes, el uso del Business Intelligence nos permitirá, por ejemplo, analizar eventos de conducción tales como frenazos o acelerones, excesos de velocidad, exceso de tiempo al volante, etc.
Con esta información podremos tomar las medidas necesarias para mejorar la forma en la que se conducen, ahorrando en consumo de combustible, en mantenimiento y evitando potenciales incidentes que conlleven gastos adicionales.
5. Disminución del impacto ambiental:
En la actualidad, cada día más empresas intentan controlar y desarrollar estrategias orientadas disminuir su “huella ambiental”. Pues bien, estas estrategias serán mucho más efectivas si se desarrollan a partir de conocimientos basados en información real de la compañía.
Con el Business Intelligence, las empresas de transporte podrán sacar todo el partido a su información y tomar decisiones más adecuadas a través del uso del Big Data, lo cual tendrá un impacto notable no sólo en la cuenta de resultados, sino que también derivará en una conducción más eficiente, una gestión de rutas más eficiente e incluso un mejor mantenimiento de los vehículos, lo que redundará en una reducción de la huella ambiental.
En conclusión, el Big Data aporta a las empresas de transporte la capacidad de acceso y análisis de los datos. Es decir, contribuye a “democratizar” el acceso a la información, de forma que ésta sirva de manera efectiva en la ejecución de los procesos, aumentando la eficiencia, la productividad y la rentabilidad. El análisis a través de cuadros de mando será la base de la estrategia, que ayudará a visualizar cómo evoluciona cada una de las áreas o procesos.
Ese es el futuro de la gestión del transporte, y sus ventajas en términos de eficiencia, rentabilidad y competitividad están a la vista. No se puede, ni se debe, renunciar a ellas.
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